El hematólogo veterinário actúa en el tratamiento de enfermedades que afectam el sistema sanguíneo, entre ellas podemos destacar las anemias en general (disminución de los hematíes en sangre), trombocitopenias (disminución de plaquetas en la sangre) y leucopenias (disminución del número de leucocitos, las células de defensa).

Entre las enfermedades infecciosas que acometen la sangre, se destacan la Erliquiosis y Babesiosis canina, ambas transmitidas por la picada de las garrapatas y por eso conocidas popularmente como “Enfermedad de la Garrapatas”

Enfermedades crónicas como hepatopatías (enfermedades del hígado), nefropatías (enfermedades de los riñones), endocrinopatías (enfermedades del sistema endócrino como el hipotiroidismo), también pueden afectar el sistema sanguíneo, provocando alteraciones en el hemograma.

El estudio sanguíneo tiene la función de obtener mayor información de enfermedades que tienen origen en las células sanguíneas, enfocando totalmente sus estudios en fracciones sanguíneas como los glóbulos rojos (hematíes), glóbulos blancos (leucocitos) y plaquetas.

Además de estudiar porciones sanguíneas, la hematología veterinaria también estudia las principales fuentes que son responsables por la producción de las células sanguíneas, como por ejemplo, los ganglios, el bazo y la médula ósea

La hematología veterinaria es muy relevante, porque con las investigaciones necesarias, pueden ser realizados diagnósticos de forma rápida y objetiva. Si una patología es diagnosticada rápidamente, las chances de un tratamiento muy efectivo, sin dudas sobre que patología se está tratando.

¿CÓMO SE REALIZAN LOS DIAGNÓSTICOS EN HEMATOLOGÍA VETERINARIA

El hemograma veterinario cuenta con una gran relevancia en la hematología veterinaria, pudiendo ser importante detectar diversas patologías para el tratamiento necesario.

A través de un análisis más profundo es posible investigar el problema dentro de su origen, como por ejemplo las patologías que afectan la médula ósea.